Toma de muestra de una calicata

Los suelos generalmente muestran una marcada anisotropía (variación de características y propiedades) vertical que se manifiesta en capas diferenciables más o menos paralelas a la superficie del suelo, llamadas horizontes. Las características de estos horizontes y su número, son indicadores de los procesos que han jugado un papel preponderante en la formación del suelo. Por esta razón, es fundamental aprender a identificar estos horizontes y las características de cada uno de ellos. Estos horizontes se identifican con letras mayúsculas, de la siguiente manera:

  • Horizonte O: es la franja más superficial del suelo en donde se encuentra materia orgánica sin alterar o parcialmente alterada, la cual puede estar o no saturada de agua.
  • Horizonte A: es abundante en humus y alberga la mayor parte de las raíces de las plantas. Generalmente tiene un color oscuro, característico de la riqueza de materia orgánica y de nutrientes.
  • Horizonte B: esta franja es abundante en minerales y tiene poca materia orgánica, lo que hace que tenga una coloración más clara. Presenta gran cantidad de arcillas, hierro, aluminio, carbonatos, yeso y sílice.
  • Horizonte C: se compone de fragmentos de la roca madre poco consolidados, que tienen de baja a media resistencia a la excavación, con presencia importante de sílice, carbonatos y yeso.
  • Horizonte R o roca madre: corresponde al material parental rocoso a partir del cual se desarrolló la edafogénesis. Es de difícil excavación, pero puede fragmentarse o penetrarse con explosivos o maquinaria pesada especializada.

En algunas ocasiones, aparece una capa denominada horizonte E, ubicada debajo del horizonte A o del horizonte O y que se caracteriza por presentar pérdida de minerales de arcilla o de óxidos de hierro y aluminio por lixiviación, dejando como resultado un alto contenido de limo y arena con una coloración clara.

Estos horizontes son visibles, generalmente con suma facilidad, en los cortes de suelo realizados para la construcción de carreteras o en excavaciones para diferentes obras. Una técnica de prospección para el estudio de suelos (por ejemplo, reconocimiento geotécnico y estudios de tipo edafológico o pedológico) consiste en hacer una calicata, es decir, una excavación de pequeña a mediana profundidad empleando una pala retroexcavadora. Para asegurar la comodidad en la realización del análisis de las paredes de la calicata, la toma de muestras y la realización de los ensayos de campo, la excavación deberá tener una sección de al menos 0,80 por 1,20 m y entre 1,50 a 2,0 m de profundidad. De igual forma y dependiendo del tipo de suelo (terrenos deleznables, inestables, arenosos) deberá preverse el entibado de la excavación (estructura provisional de contención hecha con tablones o elementos metálicos que evitan el colapso de las paredes de la zanja). La descripción de un perfil de suelo es la identificación de los horizontes que lo componen y el análisis de las propiedades y características que los diferencian. Este proceso involucra la elección del perfil, la identificación de los horizontes, la determinación de sus límites y la toma de muestras de cada uno de ellos.