Análisis del uso del suelos

Existe  un  amplio  grupo  de aproximaciones  metodológicas  para  la determinación  de  la  vocación  de  uso  de  la tierra rural. Éstas sirven como instrumentos de apoyo para la toma de decisiones en los procesos  de  planificación  y  gestión territorial,  por  las  instancias  respectivas, conforme  ofrecen  elementos  indicativos, soportados  a  su  vez  sobre  conceptos técnicos,  para  orientar  el  uso  de  la  tierra, fundamentalmente,  bajo  premisas  de sostenibilidad  de  los  recursos  del  medio físico, en particular el suelo.


Sistema  de  Clasificación  Agrológico (USDA)

Establece sobre  la  base  de  cualidades  o  deficiencias permanentes que tienen los suelos, y de las condiciones climáticas imperantes asociadas, que determinan el crecimiento, desarrollo y producción de las plantas usadas en sistemas agrícolas, pecuarios y forestales.

La  metodología,  conocida  como “Clasificación  de  tierras  por  capacidad  de uso”  o  “Clasificación  Agrológica”,  permite establecer  ocho  (8)  clases  o  categorías agrológicas o de capacidad de uso.

Así,  los  suelos  clasificados  en  la Clase I,  tienen  muy  pocas  o  incluso ninguna  limitación  para  la  explotación intensiva, en tanto que aquellos de la Clase VIII,  representan  las  condiciones  más extremas, sin permitir explotación alguna.


La clase de capacidad

Es un término utilizado en sistemas como el de la Clasificación de Capacidad de Uso de la Tierra (desarrollado por el USDA, por ejemplo), que agrupa los suelos según su aptitud para el uso sostenido, considerando limitaciones como la erosión, la profundidad del suelo, el drenaje, la salinidad u otros factores que afectan su productividad.

A medida que  aumenta  el  grado  numérico  de  ellas, disminuye la aptitud de uso y manejo de la unidad de análisis.

  • Las tierras de las clases 1 a 4 son aptas para agricultura y ganadería, con una capacidad que varía desde intensiva (clase 1) hasta muy restringida (clase 4), requiriendo mayores prácticas de manejo y conservación a medida que aumenta la limitación; la clase 4 también permite agroforestería.
  • Las tierras de clase 5, limitadas por factores como inundaciones o pedregosidad, no son aptas para agricultura convencional, pero con manejos especiales pueden ofrecer rendimientos aceptables.
  • Las clases 6 y 7, con restricciones severas como pendientes escarpadas, solo permiten cultivos perennes, sistemas agroforestales o ganadería en casos menos inclinados (clase 6), exigiendo intensas prácticas de conservación.
  • Las tierras de clase 8, sin capacidad productiva, deben destinarse a la preservación y conservación de recursos mediante programas gubernamentales.

Las subclases de capacidad

Las subclases, dentro del sistema de clasificación por capacidad de uso, son categorías que identifican en las clases 2 a 8 los factores limitantes específicos para la Unidad de Capacidad de Suelo (UCS), agrupando tierras según el número y grado de estas limitaciones.

En el sistema de clasificación por capacidad de uso, las limitaciones principales son:

  • pendiente (p)
  • erosión (e)
  • humedad en exceso (h)
  • suelo (s)
  • clima (c)

Cuando más de una limitación está presente, el símbolo cartográfico de las unidades de capacidad debe reflejarlas en este orden de prioridad: p, e, h, s, c, según su peso o importancia.


Los grupos de capacidad

El grupo de capacidad, tercera categoría del sistema de clasificación por capacidad de uso, agrupa tierras de una misma subclase que comparten el mismo grado y número de limitaciones específicas (como pendiente, erosión o suelo), así como potencialidades y respuestas similares a las prácticas de manejo.

Por ejemplo:

Limitantes del suelo (s) como poca profundidad, sales, piedras, baja fertilidad o alta saturación de aluminio definen subclases (2s, 3s, 4s) y, según su grado, se establecen grupos de capacidad (2s-1, 2s-2).


Los grupos de manejo

Son una categoría dentro de los sistemas de clasificación de suelos, como el sistema de capacidad de uso de la tierra, que agrupan suelos con características similares en términos de limitaciones, potencialidades y necesidades de manejo.

Estos grupos se definen para facilitar la planificación agrícola, ganadera o forestal, asegurando que las prácticas de manejo y conservación sean adecuadas y uniformes para suelos con condiciones comparables.